MAYORES DE 18 AÑOS

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Obsesiones y coqueteos

Estoy obsesionada con un tío, tanto que a veces no puedo dormir pensando en él y en el deseo que me provoca. Pero no es sólo obsesión por su cuerpo, que la hay y mucha, es también obsesión por su mente, por su vida, por sus sentimientos, por todo él. Me he leído su blog, en el que habla de todo eso, de cabo a rabo; he visto fotos suyas, vídeos, incluso he hablado con él por messenger. Mi cuerpo lo desea ardientemente porque me gusta su mente. Sí, también está como un queso, pero un cuerpazo como ése sin esa mente perdería mucho interés para mí. Desde luego, no me obsesionaría tanto. Tenemos una charla pendiente, que estoy loca porque derive en cibersexo, sin embargo, nunca nos ponemos de acuerdo. ¿Estará jugando con mi deseo? Lo que dije, tiene una mente perversa. Es un cabronazo... pero a muchas mujeres nos gustan los hombres que son cabrones en la cama (otra cosa es fuera de la cama). Me atrevería a decir que a todas, sólo que muchas no lo saben.
Ayer me encontré a mi amigo el carpintero y echamos un ratito de charla. Siempre coquetea ligeramente conmigo. Sé que le gusto, pero que la cosa nunca pasaría del simple coqueteo. ¿Nunca? Bueno, no lo sé. Desde luego, es demasiado amigo de mi marido, y yo tampoco pienso darle pie a nada más. Vivimos en un pueblo demasiado pequeño, y llegar a algo más, sería mi suicidio social.