MAYORES DE 18 AÑOS

jueves, 30 de diciembre de 2010

Dulce y salvaje Navidad


Despertar dulce, caliente, sintiendo la necesidad uno del otro, la avidez de nuestras bocas hambrientas, los delirantes besos que nos abrían los poros de la piel.
La piel reclamando su parte de dicha, erizándose el vello en cada caricia. Tu polla, casi exigiendo orgullosa el tributo de mi boca; fustigando, luego, mi clítoris, hasta llevarme al borde del orgasmo.
Me sorprendió tu fuerza poderosa que te hacía mi dueño absoluto, que te hacía dueño de ti mismo, y me hacía olvidar el tiempo.
Me sorprendió mi flujo resbalando por mis muslos hasta mojar las sábanas, la pasión de tus embestidas, el orgasmo que estalló en mis entrañas como un volcán indominable, eco de antiguos orgasmos casi olvidados.
Me encantó la tibieza y la dulzura de tu leche resbalando por mis nalgas en una caricia final.
Definitivamente, los milagros navideños existen.

¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!
(el mío lo será)